Ser feliz es un sentimiento muy individual. Sin embargo, hay algunas cosas que son fundamentales para nuestra felicidad y parecen funcionar igual para todas las personas, independientemente unas de otras.
Lo más importante sin duda son las personas que nos rodean y que nos dan alegría y apoyo cuando nosotros mismos no nos sentimos especialmente bien.
Pero también necesitamos un hogar confortable donde podamos retirarnos y recargar nuestras pilas.
En tiempos de inestabilidad y agitación, nuestra propia casa adquiere cada vez más importancia y anhelamos materiales naturales y honestos como la lana, la madera auténtica, la piedra, la cerámica, el fieltro, el cobre u otros metales no ferrosos y los colores terrosos.
Es precisamente esta atmósfera la que encarna el estilo escandinavo con sus maravillosos materiales que nos llevan de viaje y nos regalan una imagen de sensualidad y calidez táctil y visual.
Mucho de lo que hasta hace poco se consideraba marginal es hoy absolutamente imprescindible y se difunde como un reguero de pólvora a través de las redes sociales.
Vuelven a colocarse mantas sobre los sofás y en los alféizares de las ventanas hay jarrones de cerámica imprecisos, con el esmalte cayendo de forma irregular en arroyos que parecen gotas.
Las mezclas de diferentes materiales son bienvenidas e incluso las plantas polvorientas de la abuela o los platos esmaltados están volviendo a nuestras salas de estar y cocinas.
Los patrones textiles están tejidos y tejidos, lo que crea una atmósfera ecléctica y relajada. Hoy en día, las reglas estilísticas ya no son tan relevantes y se perciben más como recomendaciones.
Las cosas finalmente se pueden juntar siempre que prometan un valor emocional y se puedan integrar estrictamente en nuestras colecciones de objetos existentes, lo que llamamos nuestro hogar.
Estos diferentes materiales nos dan sensación de seguridad y representan calidez y durabilidad. El apartamento se convierte en un capullo personal en el que aumentamos nuestro nivel de energía y nos alejamos del mundo, para luego cargarnos de nueva energía para cambiar el mundo…
Hoy hemos recuperado opciones en nuestros propios hogares. Finalmente, tener ya no es tan importante como ser. Los objetos con conexión nos dan una buena sensación y los símbolos de estatus afortunadamente pasan a un segundo plano.
Aumenta tu bienestar en casa
No siempre se necesitan muchas cosas nuevas para transformar un apartamento en tu hogar. Muebles y accesorios coordinados según tu gusto, decorados con algunos tesoros personales de tu pasado, pueden marcar la diferencia. ¡Buena suerte!